Cuando hablamos de reciclaje responsable de baterías de plomo-ácido, muchas veces se pone el foco en el plomo. Sin embargo, otro componente igual de relevante y peligroso es el ácido sulfúrico. Esta sustancia altamente corrosiva está presente en el interior de las baterías y, si no se gestiona de forma adecuada, puede representar un riesgo serio para la salud pública, el ambiente y la seguridad de las comunidades.
¿Qué es el ácido sulfúrico y por qué debe preocuparnos?
El ácido sulfúrico (H₂SO₄) es un líquido denso, incoloro y extremadamente corrosivo utilizado en múltiples industrias, incluyendo la fabricación de fertilizantes, productos químicos y, por supuesto, baterías. En una batería plomo-ácido, este compuesto facilita la reacción electroquímica que permite generar energía.
Pero cuando una batería cumple su vida útil, ese mismo ácido que antes ayudaba a mover tu moto o carro, se convierte en un residuo peligroso. Si se desecha de manera inadecuada o termina en manos equivocadas, las consecuencias pueden ser devastadoras:
- Contaminación del agua y el suelo, afectando ecosistemas enteros.
- Riesgos a la salud pública, al causar quemaduras, intoxicaciones o afectaciones respiratorias.
- Uso indebido en delitos, como la fabricación de sustancias ilícitas o su uso en ataques con agentes químicos.
El impacto en la salud pública y el ambiente:
Cuando el ácido sulfúrico se filtra en fuentes de agua o entra en contacto con suelos fértiles, puede alterar gravemente su composición. Esto pone en riesgo cultivos, la vida silvestre y, sobre todo, a las personas que dependen de estos recursos.
En ambientes urbanos, el mal manejo de baterías usadas puede ocasionar explosiones, incendios o lesiones graves. Incluso los recicladores informales están expuestos a accidentes severos al manipular baterías sin protección ni conocimiento técnico.
¿Qué podemos hacer como ciudadanos?
El primer paso es la conciencia. Como usuarios, tenemos la responsabilidad de entender que una batería no es solo un objeto que “ya no sirve”, sino un residuo posconsumo que requiere un cierre adecuado de su ciclo de vida.
Por eso, en Recoenergy invitamos a todos a entregar sus baterías usadas en uno de nuestros más de 70 Puntos de Recolección Comercial (PRC) autorizados. Allí, cada batería pasa por un proceso controlado en el que se neutraliza el ácido sulfúrico y se reutiliza en procesos industriales seguros, evitando que cause daño.
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